Hoy voy a contar una película de terror en la que mi tía va al banco a solicitar unas transferencias bancarias y termina con una televisión que acaba siendo un contrato de tarjeta revolving con un interés de casi un 21%. Me paso los días avisando a mi gente para que tenga cuidado con fraudes de phishing y tratar de evitar que pinchen, por error, en enlaces de mensajes que les llegan con pinta de legítimos pero que son fraudes. Hoy voy a contar lo que sí ha hecho una sucursal bancaria "legítima". A ver si, en la medida de lo posible, puedo evitar que le suceda a más gente. Por dar un poco de contexto, la hermana de mi madre es una persona de 70 años que tiene que utilizar silla de ruedas en la calle y andador en casa porque, en 1.999, le dio un infarto cerebral que dejó la mitad izquierda de su cuerpo afectado y el habla. Se la entiende, en cualquier caso. Habla más lento, con esfuerzo, pero se la entiende. Es una persona con un bagaje cultural amplio. Ahora jubilada, lector
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