Propiedad intelectual, cylons y vampiros
En uno de esos momentos de debates jurídico vitales que nos planteamos en el despacho, esta mañana @Alvarezcepeda y yo, hemos llegado a plantearnos de quién sería la titularidad de los derechos de propiedad intelectual de una obra realizada por un replicante creativo de Blade Runner (pongamos un replicante poeta). Los derechos de propiedad intelectual, ¿serían del replicante o del creador del replicante?
Todo ha empezado por un planteamiento jurídico acerca de los derechos morales de autor sobre el software libre.
Cómo hemos llegado de la propiedad intelectual del software libre a los derechos de autor de los replicantes son cosas que pasan.
Con los cylons, no me cabe ninguna duda de que los derechos de autor pertenecen al cylon por muchas razones que ahora no tengo tiempo de explicar ni quiero destripar Galactica.
Todo ha empezado por un planteamiento jurídico acerca de los derechos morales de autor sobre el software libre.
Cómo hemos llegado de la propiedad intelectual del software libre a los derechos de autor de los replicantes son cosas que pasan.
Con los cylons, no me cabe ninguna duda de que los derechos de autor pertenecen al cylon por muchas razones que ahora no tengo tiempo de explicar ni quiero destripar Galactica.
El caso es que, saliendo de la propiedad intelectual pero también en relación con otro tipo de seres, me he acordado de otro planteamiento que me hice hace tiempo tras leer un libro de la cazavampiros Anita Blake en el que me planteaba importantes cuestiones legales del mundo vampírico.
En “El cadáver alegre”, Anita dejaba entrever con cierto secretismo que estaban preparando ya una legislación para regular la situación legal de los vampiros, zombis y demás seres muertos que, en ese momento de la saga, están en el absoluto limbo legal.
No sé cómo habrá quedado el tema en los siguientes libros de la saga porque todavía no los he localizado en la editorial Giagamesh pero, sin destripar mucho el argumento, en “El Cadáver Alegre”, la hechicera Dominga Salvador se aprovecha de ese vacío legal para hacerle verdaderas perrerías a algún que otro zombi. A Anita no le hace ni puñetera gracia. Yo me imagino que en esa regulación legal que está pendiente de salir adelante, si es que llega, se tendrá en cuenta no sólo los derechos de estos seres sino también sus obligaciones y que, por tanto, habrá una regulación penal para determinar su imputación en delitos. Hasta ahora Anita Blake, la Cazavampiros, se encarga de ejecutar a los vampiros si se pasan de la raya. No hay presunción de inocencia ni juicio justo. Se los carga. Esa regulación pendiente podría dejar en el paro a Anita como cazavampiros.
¿Es complicado verdad? Tratar de aplicar la normativa existente a una realidad que va por delante de esa norma. Y ojo con la ficción que ya he leído casos de expropiación forzosa en Second Life. A veces con la Ley de Propiedad Intelectual y el software libre nos pasa lo mismo.
En “El cadáver alegre”, Anita dejaba entrever con cierto secretismo que estaban preparando ya una legislación para regular la situación legal de los vampiros, zombis y demás seres muertos que, en ese momento de la saga, están en el absoluto limbo legal.
No sé cómo habrá quedado el tema en los siguientes libros de la saga porque todavía no los he localizado en la editorial Giagamesh pero, sin destripar mucho el argumento, en “El Cadáver Alegre”, la hechicera Dominga Salvador se aprovecha de ese vacío legal para hacerle verdaderas perrerías a algún que otro zombi. A Anita no le hace ni puñetera gracia. Yo me imagino que en esa regulación legal que está pendiente de salir adelante, si es que llega, se tendrá en cuenta no sólo los derechos de estos seres sino también sus obligaciones y que, por tanto, habrá una regulación penal para determinar su imputación en delitos. Hasta ahora Anita Blake, la Cazavampiros, se encarga de ejecutar a los vampiros si se pasan de la raya. No hay presunción de inocencia ni juicio justo. Se los carga. Esa regulación pendiente podría dejar en el paro a Anita como cazavampiros.
¿Es complicado verdad? Tratar de aplicar la normativa existente a una realidad que va por delante de esa norma. Y ojo con la ficción que ya he leído casos de expropiación forzosa en Second Life. A veces con la Ley de Propiedad Intelectual y el software libre nos pasa lo mismo.
Y hay gente a la que la propiedad intelectual le parece una ficción cuando se le habla de software libre.
...supongo que para conseguir un sistema replicante eficaz y/o "poeta" sería necesario un entrenamiento distribuido lo que supondría que los derechos intelectuales de dicho replicante pertenecerían a la comunidad. ¿Una mente open source?...Quizás falte poco para ello.
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